1:19 | Tú lo sabes, mis hermanos más queridos. Por tanto, que todo hombre se preste a escuchar, pero lento para hablar y lento para enojarse. |
1:20 | Porque la ira del hombre no cumple la justicia de Dios.. |
1:21 | Debido a esto, habiendo desechado toda inmundicia y la abundancia de malicia, recibir con mansedumbre la Palabra recién injertada, que es capaz de salvar vuestras almas. |
1:22 | Sed, pues, hacedores de la Palabra., y no sólo oyentes, engañándose a ustedes mismos. |
1:23 | Porque si alguno es oyente de la Palabra, pero no también un hacedor, Es comparable a un hombre que mira en un espejo el rostro con el que nació.; |
1:24 | y después de considerarse a sí mismo, se fue y rápidamente olvidó lo que había visto. |
1:25 | Pero el que contempla la perfecta ley de la libertad, y quien permanece en el, no es un oyente olvidadizo, sino un hacedor del trabajo. Será bendecido en lo que haga.. |
1:26 | Pero si alguno se considera religioso, pero no reprime su lengua, pero en cambio seduce su propio corazón: la religión de tal persona es vanidad. |
1:27 | esto es religión, limpio e inmaculado delante de Dios Padre: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y mantenerte inmaculado, aparte de esta edad. |