Abril 18, 2012, Lectura

The Acts of the Apostles 5: 17-26

5:17 Entonces el sumo sacerdote y todos los que estaban con él, eso es, la secta herética de los saduceos, se levantaron y se llenaron de celos.
5:18 Y les impusieron las manos a los Apóstoles, y los pusieron en la cárcel común.
5:19 pero en la noche, un ángel del Señor abrió las puertas de la prisión y los sacó, dicho,
5:20 “Ve y párate en el templo, hablando al pueblo todas estas palabras de vida.”
5:21 Y cuando oyeron esto, entraron al templo con las primeras luces, y estaban enseñando. Entonces el sumo sacerdote, y los que estaban con él, se acercó, y convocaron al consejo y a todos los ancianos de los hijos de Israel. Y mandaron a la cárcel para que los trajeran.
5:22 Pero cuando llegaron los asistentes, y, al abrir la prisión, no los habia encontrado, regresaron y les informaron,
5:23 dicho: “Encontramos la prisión ciertamente cerrada con toda diligencia, y los guardias de pie ante la puerta. Pero al abrirlo, no encontramos a nadie dentro.
5:24 Entonces, cuando el magistrado del templo y los principales sacerdotes oyeron estas palabras, no estaban seguros de ellos, en cuanto a lo que debe pasar.
5:25 Pero alguien llegó y les informó., "Mirad, los hombres que pusiste en la cárcel están en el templo, de pie y enseñando a la gente.”
5:26 Entonces el magistrado, con los asistentes, fue y los trajo sin fuerza. Porque tenían miedo de la gente, para que no sean apedreados.

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