Junio 23, 2012, Lectura

The Second Book of Chronicles 24: 17- 25

24:17 Entonces, después de la muerte de Joiada, los líderes de Judá entraron y reverenciaron al rey. Y fue seducido por su obsequiosidad, y por eso les consintió.
24:18 Y abandonaron el templo del Señor, el Dios de sus padres, y sirvieron a las arboledas sagradas y a las imágenes talladas. Y vino la ira sobre Judá y Jerusalén a causa de este pecado.
24:19 Y les envió profetas, para que se vuelvan al Señor. Y aunque estaban ofreciendo testimonio, no estaban dispuestos a escucharlos.
24:20 Y así el Espíritu de Dios vistió a Zacarías, el hijo de Joiada el sacerdote. Y él se puso a la vista de la gente, y les dijo: “Así dice el Señor Dios: ¿Por qué has transgredido el precepto del Señor, aunque no fue para tu beneficio, ¿Y por qué has abandonado al Señor?, para que luego te abandonara?”
24:21 Y reuniéndose contra él, lo apedrearon, al lado del lugar del rey, en el atrio de la casa del Señor.
24:22 Y el rey Joás no se acordó de la misericordia con que Joiada, su padre, lo habia tratado; en cambio, dio muerte a su hijo. Y como se estaba muriendo, él dijo: “Que el Señor vea y tome en cuenta”.
24:23 Y cuando se cumplió un año, el ejército de Siria subió contra él. Y fueron a Judá y a Jerusalén. Y mataron a todos los jefes del pueblo. Y enviaron todo el botín al rey de Damasco.
24:24 Y aunque ciertamente había llegado un número muy reducido de sirios, el Señor entregó en sus manos una inmensa multitud. Porque habían dejado al Señor, el Dios de sus padres. También, contra Joás ejecutaron juicios vergonzosos.
24:25 Y al partir, lo dejaron muy debilitado. Entonces sus siervos se levantaron contra él, en venganza por la sangre del hijo de Joiada el sacerdote. Y lo mataron en su cama, y él murió. Y lo enterraron en la Ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.

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